viernes, 17 de abril de 2009

Énfasis en la pureza

Énfasis en la pureza


Otra forma importante en la que difieren el Nuevo y el Antiguo testamento es en lo que se refiere a la opinión sobre la pureza. El antiguo testamento nos muestra a un dios que está, por decirlo de alguna manera, obsesionado con los ideales de pureza y de impureza ritual. Exige que los leprosos y los que padecen flujo de semen sean expulsados del campamento israelita (Números 5:1-5). Prohíbe terminantemente de comer conejos, cerdos, la mayoría de las aves y mariscos, y otras "abominaciones" (Levítico 11:6-19), a pesar de el hecho de que todos ellos eran supuestamente parte de su creación original. Decreta que los bastardos no pueden entrar en "la congregación del Señor", ni cualquiera de sus descendientes hasta la décima generación (Deuteronomio 23:2,3) – a pesar de que estas personas de ninguna manera son culpables por su condición. Insiste en que las mujeres que menstrúan y los hombres que tienen sueños húmedos - procesos completamente normales y naturales - son "inmundos" y contaminan prácticamente todo lo que tocan (Levítico 15). Incluso prohíbe que las personas físicamente lisiadas o mutiladas se atrevan a hacer una ofrenda en el templo (Levítico 21:17-21, Deuteronomio 23:1), alegando que su mera presencia profanaría la santidad del altar.

Esta clase de fijación enfermiza en las funciones corporales y la apariencia física es muy extraña, por decirlo de alguna forma, en un dios infinito. Pero es más extraño aún que, en la persona de Jesús en el Nuevo Testamento, al parecer sufre un cambio de corazón y se olvide de todas aquellos reglamentos puritanos: declara limpios todos los alimentos (Marcos 7:14-19), se asocia libremente con leprosos, prostitutas, y personas de toda clase, e incluso permite que las personas con deformidades físicas sean partícipes en su plan de salvación.

Una vez más, la biblia no logra dejar en claro la motivación para un cambio tan dramático. Si la gente enferma o discapacitada no le molestaba tanto a Dios después de todo, ¿por qué instituyó esas normas excluyentes en primer lugar? Si él puede tocarlos (e incluso sanarlos) sin ser manchado, ¿por qué insistía tanto en excluirlos de los lugares sagrados en el Antiguo Testamento? ¿Cuál era el punto de prohibir ciertos alimentos que, al parecer, nunca fueron nocivos en absoluto?

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