La serotonina y el suicidio
Por Glenys Álvarez
Neurología. De acuerdo a nuevos estudios, los inhibidores de este neurotransmisor benefician a los adultos con depresión al reducir significativamente en ellos, los pensamientos de terminar con sus vidas.
Por Glenys Álvarez
Neurología. De acuerdo a nuevos estudios, los inhibidores de este neurotransmisor benefician a los adultos con depresión al reducir significativamente en ellos, los pensamientos de terminar con sus vidas.
Uuna curiosa noticia sobre la serotonina y una especial especie de saltamontes. Este neurotransmisor, que se encuentra en grados diversos en todos los organismos multicelulares terrestres, es capaz de convertir a estos antisociales insectos en los animales más gregarios sobre el planeta, causando en su revuelo plagas que causan enormes daños en varios continentes.
Por ello, al leer la nueva noticia no debe sorprendernos el descubrimiento realizado por los científicos: la manipulación de la serotonina en los seres humanos puede prevenir algunos suicidios.
En la noticia mencionada hablábamos también de la presencia de receptores de serotonina en los antidepresivos, un vínculo que no debe pasar desapercibido ya que la depresión puede llevar, indiscutiblemente, al suicidio. Esta vez, los resultados llegan desde la Universidad de Verona en Italia, un equipo de científicos de la Organización Mundial de la Salud, trabajando desde esta universidad, asegura que la “reabsorción de inhibidores selectivos de serotonina” (SSRI son sus siglas en inglés), pueden disminuir el riesgo de suicidio en personas ya deprimidas.
“El estudio es un meta análisis de ocho investigaciones a gran escala cuyo objetivo principal era, esencialmente, saber si estos inhibidores eran capaces de aumentar o disminuir el riesgo en estos pacientes depresivos”, explicó para EurekAlert el doctor Corrado Barbui, uno de los especialistas en el estudio.
Entre los experimentos realizados anteriormente, investigadores de la Administración de Alimentos y Drogas en EE.UU. (FDA), encontraron que el riesgo de suicidio para personas sobre 25 años en estado de depresión era mucho mayor y tendía a aumentar opuestamente a los pacientes de más de 65 años de edad. Otro elemento curioso surgió de los estudios, una advertencia para todos los jóvenes menores de 25 años que estuvieran tomando antidepresivos. Al parecer, el control de la serotonina tenía participación significativa en estos pensamientos de suicidio.
“La muestra de la FDA mostraba un efecto neutro en todos los pacientes, sólo iba en aumento en las edades entre los 18 años de edad y los 25, lo que hemos descubierto ahora es que estos inhibidores selectivos de serotonina construyen un efecto intensamente protector asociados con los adultos que estaban bajo tratamientos con SSRI”, explicó Barbui.
Los científicos aconsejan a los médicos no preocuparse al recetar estos componentes a pacientes con cuadros depresivos fuertes ya que está demostrado que ayudan, en estos individuos, a disminuir sentimientos y deseos de terminar con sus vidas.
Control de funciones sociales
La neurología se acerca cada día más a la explicación de la conducta animal a través de una fina manipulación de los químicos que realizan varias y complejas funciones en nuestro cerebro. Desde hormonas que incrementan la confianza, hasta neurotransmisores que te incitan a amar apasionadamente, la evolución se ha encargado de “armar” a los organismos de forma tal, que obtengan el objetivo principal de la vida: copiar sus genomas. En este sentido, la serotonina ha demostrado tender control de funciones sociales, como en el caso de los insectos langosta, y es posible que esta cualidad intervenga al momento de inhibir pensamientos de quitarse la vida. “Es alarmante la forma en que las advertencias anteriores han lastimado los tratamientos con serotonina en los jóvenes, algo en lo que debemos reflexionar profundamente frente a estos nuevos análisis”, dijo el doctor Robert Gibbons de la Universidad de Illinois.
Por ello, al leer la nueva noticia no debe sorprendernos el descubrimiento realizado por los científicos: la manipulación de la serotonina en los seres humanos puede prevenir algunos suicidios.
En la noticia mencionada hablábamos también de la presencia de receptores de serotonina en los antidepresivos, un vínculo que no debe pasar desapercibido ya que la depresión puede llevar, indiscutiblemente, al suicidio. Esta vez, los resultados llegan desde la Universidad de Verona en Italia, un equipo de científicos de la Organización Mundial de la Salud, trabajando desde esta universidad, asegura que la “reabsorción de inhibidores selectivos de serotonina” (SSRI son sus siglas en inglés), pueden disminuir el riesgo de suicidio en personas ya deprimidas.
“El estudio es un meta análisis de ocho investigaciones a gran escala cuyo objetivo principal era, esencialmente, saber si estos inhibidores eran capaces de aumentar o disminuir el riesgo en estos pacientes depresivos”, explicó para EurekAlert el doctor Corrado Barbui, uno de los especialistas en el estudio.
Entre los experimentos realizados anteriormente, investigadores de la Administración de Alimentos y Drogas en EE.UU. (FDA), encontraron que el riesgo de suicidio para personas sobre 25 años en estado de depresión era mucho mayor y tendía a aumentar opuestamente a los pacientes de más de 65 años de edad. Otro elemento curioso surgió de los estudios, una advertencia para todos los jóvenes menores de 25 años que estuvieran tomando antidepresivos. Al parecer, el control de la serotonina tenía participación significativa en estos pensamientos de suicidio.
“La muestra de la FDA mostraba un efecto neutro en todos los pacientes, sólo iba en aumento en las edades entre los 18 años de edad y los 25, lo que hemos descubierto ahora es que estos inhibidores selectivos de serotonina construyen un efecto intensamente protector asociados con los adultos que estaban bajo tratamientos con SSRI”, explicó Barbui.
Los científicos aconsejan a los médicos no preocuparse al recetar estos componentes a pacientes con cuadros depresivos fuertes ya que está demostrado que ayudan, en estos individuos, a disminuir sentimientos y deseos de terminar con sus vidas.
Control de funciones sociales
La neurología se acerca cada día más a la explicación de la conducta animal a través de una fina manipulación de los químicos que realizan varias y complejas funciones en nuestro cerebro. Desde hormonas que incrementan la confianza, hasta neurotransmisores que te incitan a amar apasionadamente, la evolución se ha encargado de “armar” a los organismos de forma tal, que obtengan el objetivo principal de la vida: copiar sus genomas. En este sentido, la serotonina ha demostrado tender control de funciones sociales, como en el caso de los insectos langosta, y es posible que esta cualidad intervenga al momento de inhibir pensamientos de quitarse la vida. “Es alarmante la forma en que las advertencias anteriores han lastimado los tratamientos con serotonina en los jóvenes, algo en lo que debemos reflexionar profundamente frente a estos nuevos análisis”, dijo el doctor Robert Gibbons de la Universidad de Illinois.
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