jueves, 19 de marzo de 2009

Hallan receptor del transexual

Genética. Un equipo de investigadores australianos ha descubierto un receptor molecular en los genomas de los transexuales que está vinculado con la regulación de la testosterona y que puede debilitar estas señalizaciones.

Estudios recientes afirman que la singular cultura humana es el impulso que en estos momentos acelera nuestra evolución. De hecho, un grupo de científicos está muy seguro de que el desarrollo humano es tan veloz, especialmente en los últimos siglos, que ha sido la tecnología la que ha suplantado a la selección natural a la hora de guiar cambios en nuestros genes. No obstante, estas transformaciones están ocurriendo tan velozmente que ni el genoma es capaz de alcanzarlas.

Ayer, en un interesante artículo en la revista The Atlantic, la periodista Hanna Rosin profundiza en una nueva ola desatada por conductas irregulares en niños cada vez más pequeños. Rosin inicia su investigación con Brandon, un niño de ocho años hijo de militares estadounidenses, tanto la madre como el padre pertenecen al ejército, y criado en un pueblo pequeño donde la homosexualidad no es una conducta bien vista. Aún así, desde que Brandon comenzó a hablar su único deseo era ser niña. Desde vestirse hasta jugar con muñecas, su vida parecía estar al revés y sus padres no tenían idea de qué hacer. Brandon, como podrán imaginar, no es el único y en un mundo regido por la comunicación rápida, no tomó mucho tiempo para que los padres descubrieran un enorme grupo de personas con el mismo problema. “Desorden de identidad de género” le llaman y ahora existen dos vertientes que se encargan de intentar lidiar con el problema.

La discusión comienzo en el antiguo problema del medio o la biología. Las hipótesis de décadas anteriores han ido cambiando gracias a los descubrimientos científicos, pero aún quedan personas que piensan que muchas conductas pueden ser cambiadas con terapias y que la biología, aunque guíe nuestras vidas, no es el destino. Desde que la historia de David Reimer (ver cuadro) se hiciera pública, la percepción sobre la identidad sexual ha cambiado mucho. Ahora, el nuevo descubrimiento por parte de científicos australianos pone un poco más de peso en la parte de la biología. Los investigadores observaron cambios en tres genes que han sido vinculados a la identidad sexual, en un grupo de hombres transexuales, es decir, personas que nacieron varones pero que luego decidieron cambiar de sexo.

“Observamos que los transexuales poseen una versión más larga de un receptor andrógeno del gen que está relacionado con la testosterona. Esto puede causar señales más débiles de la hormona”, explicó el profesor Vincent Harley, uno de los autores.

La historia de David Reimer
El caso de Reimer es bastante particular. El bebé fue víctima de una mala circuncisión que lo dejó castrado y los padres lo llevaron donde el doctor John Money que les recomendó operarlo, convertirlo en una niña y nunca decirle una palabra del asunto. Money estaba convencido de que la sexualidad no es biológica, es decir, no es innata y que Reimer se acostumbraría a ser mujer. Money reportó el progreso positivo de David y hasta escribió un libro al respecto. Pero la vida de David no era tan color de rosa como parecía. El hombre convertido en mujer nunca pudo acostumbrarse. A los 14 años estaba tan frustrado y deprimido con su vida que sus padres le dijeron la verdad, al final, Reimer se realizó una faloplastia (creación de un pene) y se casó con una mujer. Pero no fue feliz y se suicidó a los 38 años, dejando claro que la identidad sexual sí es innata y proviene de los genes y el cerebro.

El problema de los bloqueadores
Un sinnúmero de niños que llegan a la pubertad con “el cuerpo errado”, están siendo tratados con bloqueadores. Son pequeños como Brandon, tanto varones como hembras, que desde que tienen conciencia sobre sí mismos desean ser del sexo opuesto y actúan de forma tan particular que los padres no saben cómo manejarlos. Como terapia frente al problema surgió en Holanda una manera de cambiar el sexo antes de que sea muy tarde. Se trata de bloqueadores hormonales que si son inyectados antes de que el niño alcance la pubertad, detiene el desarrollo normal y permite que el médico manipule la transformación. Así, las niñas detienen el crecimiento de sus senos y los niños de la barba y demás pelos masculinos. Todo lo sexual se detiene y la persona puede comenzar con un cambio de género. Los padres de Brandon han decidido hacer esto con el niño aunque otros médicos aún persisten en que estas conductas pueden ser cambiadas antes de tomar medidas drásticas.

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