jueves, 19 de marzo de 2009

La música ayuda al corazón

Por Glenys Álvarez

Medicina. Lo primero que debe tomar en cuenta es que la investigación se basó en canciones favoritas, melodías que lo hagan cantar de la alegría y sentirse bien, si es así, escucharlas de vez en cuando le hace bien a su sistema cardiovascular.

El ser humano no es un animal separado de sus emociones. Ninguno lo es. Los sentimientos que crea nuestro cerebro mediante el manejo controlado de los neurotransmisores afectan directamente nuestro comportamiento y desempeño en el diario vivir. Si a usted le gusta la música, no necesitará que una investigación se lo diga pero es reconfortante confirmar estos hechos.

De acuerdo con varios estudios realizados recientemente, la música no sólo lo ayuda a quemar más calorías si está ejercitándose, sino que escuchar la música que le gusta también beneficia a su corazón. Bien lo dijo Celia Cruz, “las penas se van cantando”, pero no exageremos, ciertamente, es bonito ayudarse con recursos que nos hacen sentir bien: yoga, ejercicios, masajes, técnicas de relajación; sin embargo, no debemos esperar que la música cure todas nuestras heridas aunque sí puede ayudarnos a sanar más rápidamente. Si sabemos combinar un efectivo estilo de vida con esas melodías que nos transportan a lugares íntimos, personales y paradisíacos, el beneficiado será siempre nuestro sistema cardiovascular.

Como la ciencia no escucha anécdotas, el nuevo estudio, realizado por un equipo de investigadores de la escuela de medicina de la Universidad de Maryland, obtuvieron un grupo de voluntarios a los que estudiaron durante distintas fases de la investigación.

“Estudios anteriores han demostrado que cuando las personas escuchan música mientras se ejercitan, tienden a quemar más calorías, la música es una parte integral del movimiento e impulsa a la parte motora del cerebro a que se excite más con lo que escucha y pone más énfasis en los movimientos, en el ‘workout’, por eso las clases en los gimnasios, como Spinnin, funcionan, porque integran música apropiada con el ejercicio”, explicó Amy Armentrout de la Universidad de Pittsburgh.

En esta ocasión, los voluntarios eligieron la música que escucharían. El requisito principal, básico, más bien, era que las canciones que escucharían los hicieran sentir bien, que les regalaran un sentimiento de alegría cada vez que escuchaban estas melodías.

“Lo que podemos concluir de ésta y otras investigaciones que hemos realizado en los últimos años es que las emociones positivas, no importa cómo lleguen vestidas, promueven una buena salud cardiovascular porque esas cosas que nos causan alegría expanden nuestros vasos sanguíneos y permiten una mejor circulación de la sangre”, explicó Michael Miller, director del centro médico de la universidad y autor principal del estudio.

Los mismos resultados con la risa
En el 2005, el mismo equipo de investigación publicó unos resultados similares respecto a la risa. Los investigadores descubrieron que la risa, genuina y completa, expande el revestimiento interior de los vasos sanguíneos, lo que permite una mejor circulación de la sangre. “Con la música ocurre lo mismo, pero sólo si es música que a usted le gusta. Porque realizamos investigaciones con personas que escuchaban melodías que para ellos era estresante y los resultados fueron negativos ya que este tipo de música lo que hace es promover el estrechamiento arterial. Por ello decidimos dejar que sean los voluntarios que eligieran la música que deseaban escuchar”, explicó Miller. Los resultados del conglomerado de estudios, no sólo apuntan a la risa y a la música como favorecedores de una buena salud cardiaca sino todos aquellos sentimientos que lo hacen a usted sentir bien.

Precursores de una mejor vida
Estas noticias esperanzadoras sugieren una integración estrecha entre todas las funciones cerebrales y la salud física de una persona. Esto no quiere decir que “pensar de forma positiva” cura. Estas son noticias que la ciencia toma con cautela porque hablan de prevención, de estilos de vida y de promoción de salud. Cuando un corazón está enfermo, los pensamientos positivos no son suficientes para restaurarlo, para lograrlo hay que recurrir a la ciencia, sin embargo, investigaciones objetivas sí han demostrado que las personas que siembran en sus vidas momentos de alegría y de bienestar, no sólo disfrutarán más del presente sino que benefician sus sistema cardiovascular, manteniendo sus arterias y vasos sanguíneos repletos de sangre y en constante expansión.

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