miércoles, 30 de julio de 2008

La electricidad es responsable de la asimetría en nuestros cuerpos

Por Glenys Álvarez

Por mucho tiempo los científicos se han preguntado por qué la mayoría de las personas tienen el corazón en el lado izquierdo y no en el derecho. De la misma forma, el hecho de que el 90 por ciento de las personas en el mundo sean derechas también ha intrigado a los investigadores de anatomía y
biología. El misterio no es debido a que la mayoría sea de esta forma, sino que existe una minoría diferente para nada afectada por la disimilar geometría interna de sus organismos. Existen tantas personas mediocres zurdas como su equivalente entre la población diestra. Asimismo, tanto zurdos como derechos han demostrado poseer habilidades y capacidades por encima de lo normal. También es intrigante el hecho de que las personas que tienen su corazón y su bazo en el lado derecho no son afectados por ninguna enfermedad siniestra ni poseen habilidades o características que los diferenciarían notablemente de las personas normales. De acuerdo con los datos médicos, la mayoría de las personas con sus órganos al revés, se dan cuenta de esto en el consultorio médico cuando van a chequearse un problema que no tiene que ver con la posición de sus vísceras. Hasta el momento no se sabía cuáles procedimientos controlaban estas funciones. El misterio anatómico acaba de ser resuelto por varios equipos en la Universidad de Harvard y en el Instituto Forsyth en Boston.

El organismo de los seres vivos está compuesto de campos eléctricos que interactúan y poseen varias funciones. Una de estas funciones, según equipos de investigadores en Boston, es determinar de qué lado van a ir los órganos en el organismo y con qué lado será más hábil la persona. Michael Levin, del Departamento de Medicina Dental en Harvard, ha descubierto cómo hace estos el organismo, en qué fase del embrión lo hace y cuáles son los genes implicados en la asimetría de órganos que llevamos por dentro. Los investigadores trabajaron con embriones de ranas y gallinas pero Levin está seguro que lo mismo se da en los seres humano.

"Apostaría mi último dólar a que el mismo procedimiento sucede en los embriones humanos. Ya sabemos que muchas funciones son controladas por la electricidad y la asimetría es otra de ellas", dijo Levin para la Gaceta de Harvard.

Para comprender este interesante experimento primero tenemos que situarnos en las primeras cuatro células que forman el borrador original de los seres humanos. Una vez allí, hay que familiarizarse con algunos conceptos electrobiológicos como los iones, las bombas iónicas y los genes. Por mucho tiempo, los investigadores estaban trabajando en descubrir genes que cambian algo en un lado del cuerpo pero del otro lado no, es decir, genes asimétricos. Michael Levin, quien ha estado trabajando sobre este tema
desde1990 con sus colegas, Kenneth Robinson y Thorlief Thorlin de la Universidad Purdue, descubrió hace unos años, que los genes que dirigen la geometría que tendrá el cuerpo una vez finalizado, obtienen la información sobre el lado donde va cada cosa de extremadamente pequeñas corrientes
eléctricas.

"Investigamos el momento primero en que el embrión "descubre" cuál lado es el derecho y cuál es el izquierdo y comenzamos a observar por primera vez cómo ocurre este proceso", dijo Levin.

Los equipos observaron que las instrucciones llegan desde unos canales iónicos que forman unas bombas con carga eléctrica que son las que proveen con electricidad a las células. "Observamos que las instrucciones para hacer estas bombas son repartidas en ambos lados del huevo que contiene el embrión
de las ranas y las gallinas. Luego, mediante un proceso que aún no hemos podido observar, las instrucciones son movidas hacia un lado del huevo o eliminadas del lado donde no funcionarán en el futuro. De esta forma, la bomba iónica decide si los genes asimétricos serán derechos o zurdos y si los órganos estarán en su lugar regular o todos al revés", aseguró Levin. Levin, junto a otro de sus colegas del Instituto Forsyth, Taisaku Nogi, comprobaron que sus ensayos no mentían realizando experimentos con los embriones de estos animales. Lo primero que hicieron fue introducir bombas iónicas en el lado del huevo que no se utiliza con regularidad y los resultados fueron los esperados. "Observamos que los organismos que se desarrollaron de estos experimentos tenían sus órganos repartidos de forma arbitraria. Había tantos corazones en el lado derecho como en el izquierdo. También eliminamos con drogas las instrucciones para hacer bombas iónicas del lado común. Al suprimir la corriente del lado derecho, el corazón por lo general salía al revés. También obtuvimos organismos intermedios completamente simétricos, con el corazón en el centro del pecho, dos bazos o ninguno y dos pulmones derechos o dos izquierdos", concluyó Nogi.


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