martes, 12 de mayo de 2009

Fe contra Experiencia

Fe contra Experiencia


El teísta, sin embargo, tiene una "salida". El teísta dice que aun cuando no haya pruebas lógicas (racionales) a favor de la existencia de un dios, no obstante uno debería aún aceptar la idea de un dios en base a la fe. La fe es básicamente creer algo sin evidencia adecuada ¡porque uno quiere creerla! Los ateos se rehúsan a dar este "salto de fe" o creer cualquier cosa por fe, pues entienden que hacerlo sería simplemente mentirse a uno mismo. Los ateos y la mayoría de las demás personas consideran que la mentira es inmoral. Adicionalmente, la religión es la única área que se basa en el concepto de fe. Es cierto que a menudo usamos descuidadamente la palabra "fe" cuando lo que en realidad queremos decir es "confianza basada en la experiencia". Por ejemplo, cuando llegamos a un semáforo con luz roja de alto, nos detenemos y esperamos a que se ponga en verde. No tenemos fe en que se pondrá en verde, sino que tenemos confianza en que ocurrirá, basada en nuestras experiencias pasadas con la luz roja del semáforo. Sabemos que 999 de cada 1000 veces, la luz roja se pasará al verde. Si nunca hemos visto antes una luz roja, no sabríamos qué hacer la primera vez que nos la encontráramos. Si nos detuviéramos y esperáramos que se pusiera en verde sin antes haber visto jamás un semáforo en rojo, entonces estaríamos actuando en base a la fe.



La fe también sufre de muchos problemas adicionales. El conocimiento se adquiere mediante la razón y nunca mediante la fe. El conocimiento requiere de hechos, verificación independiente de los hechos, y una amplia aceptación final de los mismos. La fe no proporciona un método para obtener hechos o verificarlos. En cambio, la fe es puro deseo fantasioso; deseamos que algo sea de tal manera, aunque no podamos probar su veracidad racionalmente, así que lo creemos de todos modos.

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